HOLA MIS AMADOS SEGUIDORES!!!!!
Hoy os vengo a contar mi experiencia con mi primera práctica de campo y a hablar un poco de lo que aprendí en esta.
Empezamos la travesía desde una rotonda de la UPV, con 3 de los «aparentemente» 6 miembros del equipo. Y antes de empezar nos enteramos que uno de ellos no hará acto de presencia ya que se pretende cambiar de carrera y no va ha cursar esta asignatura, otra compañera no sabemos quien es, no hace acto de presencia y nadie la ha visto nunca… Y el otro esta de camino. Ante esto emprendemos nuestra marcha en busca de las pistas del ancestral tesoro de la huerta norte de Valencia.
Un misterioso erudito nos entregó un sobre, la primera pista para iniciar nuestra empresa. Abrimos el sello y con el sol alzándose en lo más alto del cielo leímos con brío:
Acabáis de entrar en la Universidad Politécnica de Valéncia. Si descubrís donde conduce su camino… descubriréis la tipología que os toca investigar. Esa es la clave para la pista 1.
Una vez que entréis en la página PISTA 1 encontraréis informaciones valiosas para vuestro conocimiento, unas tareas para acumular el tesoro final y la siguiente prueba para conseguir otra pista.
El erudito nos encaminó con enigmas hacia la que sería la primera parada de nuestra aventura. Tras muchos quebraderos comenzamos a caminar con intención de hallar respuestas a lo largo del camino de Vera. Divagando de que podría significar el concepto «tipología arquitectónica» obtuvimos las dos primeras enseñanzas: La primera es que la inteligencia no abundaba en ninguno de nosotros y la segunda es que no tenemos idea alguna de como o donde se debe de buscar información en internet. Lanzando al aire propuestas de cual podría ser, palabras vacías que en cierto punto perdieron todo orden, sentido y razón, nos topamos con otros aventureros que ansiaban el mismo premio que nosotros. Optamos por juntar brevemente nuestros caminos y tras no mucho alcanzamos la primera prueba. La ermita de vera se alzaba majestuosa ante nuestros ojos mortales.
«Ermita es la contraseña!» gritó con entusiasmo uno de los ahí presentes. Efectivamente, al introducir esa palabra se apareció ante nosotros la siguiente pista:
Ciertas infraestructuras sirven para conectar territorios, pero a veces representan una barrera física. Si conseguís superar esa barrera encontraréis una nueva tipología muy característica en la Huerta. Esa es la clave para la PISTA 2.
OJO! Hay dos barreras aquí cerca. Cuál será la que debes superar? Usa la lógica.
Más nosotros, no muy hábiles de mente, no comprendimos correctamente el enigma. Pensando que la contraseña sería la infraestructura divisora en la que tanto incapie hacía, partímos hacia la Ermita Vilanova.
«Prueba con acequía, puente o autopista» sugerí. Nada funcionaba.
Finalmente llegamos a la Ermita, tomamos asiento y comenzamos a dibujar.
El tiempo pasa y al fin el miembro que estaba de camino alcanza nuestro encuentro.
Ya con el grupo al completo, los 4 marchamos hacia la tercera y última ermita, la Ermita de San Andrés. Por el camino nos topamos con dos bienaventuradas también de clase en mot… en corcel. Tras dialogar con ellas nos revelan la segunda contraseña, Barraca. Probamos y efectivamente se nos apareció la segunda prueba y tercera pista.
Si has prestado atención al texto sabrás que muchas barracas han desaparecido en los siglos porque han evolucionado hacia otra tipología. Quién era el propietario de esa nueva tipología? Él es la clave para la PISTA 3
La barraca es la unidad habitacional de carácter popular más antigua y característica de la Huerta. Durante el siglo VIII se difunde en tierra firme no pantanosa, mientras que tras su abandono en la edad media, revive una expansión desde principios del siglo XIX hasta finales del XX. Las barracas son, por su facilidad constructiva y bajo coste, edificaciones construidas sobre todo por los arrendatarios de las tierras, y las alquerías por los propietarios.
Se trata de una edificación normalmente aislada o pareada de planta rectangular y proporción alargada, con planta baja dedicada a uso de vivienda y planta superior con cambra o andana de uso agrícola. La cubierta a dos aguas de pendiente pronunciada constituye el elemento más significativo y reconocible, y se compone de un armazón de madera y cañas que descansa sobre una estructura muraría portante de adobe enjalbegado. La cubrición final de la cubierta es tradicionalmente de paja o broza (borró).
Se trata de una edificación de planta rectangular y proporción alagada, con planta baja dedicada a uso de vivienda y planta superior a uso agrícola. Se desarrolla sobre un eje longitudinal Este-Oeste.
«¡¡¿Y que dos terrenos divide este rectángulo?, ¿el interior y el exterior? Menudo despropósito este!!» afirmé con indignación al no comprender la situación. Curiosamente, nos hallábamos a los pies de una barraca cuando nos encontramos con las caballeras de elegante corcel, de modo que comenzamos a fotografiar dicha tipología arquitectónica.
Ya retomando el camino hacia la ermita nos encontramos con un cartel:
Nosotros que sabíamos que más tarde deberíamos buscar alquerías, ya que las damas del corcel nos preguntaron acerca de alquerías cercanas, hicimos un par de fotos.
Tras rato caminando, la Ermita de San Andrés se alzaba decadente ante nosotros, no reflejaba más que la sombra de lo que un buen día fue. Fue entonces que otro grupo dió con nosotros. Ellos nos revelaron la tercera palabra, Labrador.
Resuleve la siguiente ecuación:
arroz : Huerta Sur = x : Huerta Norte
Si despejas la X tendrás la clave de acceso a la PISTA 4
También nos indicaron por donde podríamos encontrar más barracas para completar nuestra segunda prueba pero con una advertencia…
«[…] más llevar cuidado puesto que los que en aquel lugar habitan no se hallan de buen humor y deberéis pedir su aprobación antes de profanar sus tierras.»
Con cautela partimos hacia allí y por precaución hicimos las fotos desde la lejanía.
El bravo Christian se aventuró a enfrentarse a los señores de aquella barraca mientras yo me separé para reunir información en relación a la cuarta palabra. Pregunté a un buen hombre que allí trabajaba sus tierras. Acerca de los cultivos con más presencia en ese territorio le consulté más no me reveló lo que quería saber con facilidad. Él se dispuso a defender la calidad de sus tierras y afirmaba que esta le permite plantar infinidad de cultivos. Finalmente aclaré mis intenciones y me reveló la contraseña. Se trataba de la chufa.
Habiendo hallado éxito en mi búsqueda regresé con mis camaradas para compartir mi descubrimiento y hallamos la última pista.
Si has leído atentamente el texto de introducción habrás notado una palabra que aun siendo extranjera, te sonaría muy familiar. Está disimulada, pero si descubres su correspondiente palabra castellana podrás acceder a la PISTA 5.
Ya solo faltaba una contraseña y no gozaríamos mucho más tiempo de la luz del día, raudos pues. Anduvimos hasta la última barraca, hicimos las fotos y exhaustos de la ardua travesía nos acercamos a una taberna cercana para reponer fuerzas.
Al salir de la taberna el cielo nocturno ya predominaba y el sol se escondía en el horizonte. Acercándose la hora de retorno, llamé a mi padre al mov… quiero decir, contacté con mi señor con mi cristal arcano. Yo pensaba que este ya estaría esperándonos más todavía no había salido de la fortaleza.
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